El estreno francés de esta semana es la
última película dirigida por la directora Maïwenn Le Besco después
de la interesante "Polisse", que trataba casos en la unidad
infantil del departamento de policía de París y que consiguió el
premio del jurado en el festival de Cannes y dos premios César.
Aparte del estreno esta semana de "El incendio" este es
otro drama de pareja pero muy diferente. Tony es una mujer que está
ingresada en un centro de rehabilitación después de caer esquiando.
Allí tiene el tiempo para recordar su tempestuosa relación con
Georgio y se pregunta cómo fue capaz de estar sometida a una
relación pasional pero destructiva. La directora intenta hacer un
melodrama anticonvencional, algo que no es fácil y lo consigue, pero
a costa de la credibilidad porque las actitudes y las reacciones de
los personajes no tienen lógica aunque la relación sea tempestuosa
y tóxica. A pesar del esfuerzo interpretativo de la pareja
protagonista formada por Vincent Cassel y Emmanuelle Bercot (si bien
Bercot, no mereció el premio a la mejor actriz en el festival de
Cannes del año pasado, además compartido por la excelente Rooney
Mara de "Carol"), los actores interpretan a dos especies de
arquetipos. Se nota que la película, contada paralelamente en el
pasado y el presente de los personajes, es un ejercicio un poco
narcisista de la directora Maïween. puede tener fuerza y ser
visceral pero también resulta irregular y excesiva. Es probable que
la directora tenga buenos contactos con los directivos del festival
de Cannes (ya presentó allí la anterior "Polisse" donde
también actuó Emmanuelle Bercot) porque ha conseguido que estas dos
películas consigan premios en el festival pero considero que
seguramente hay directoras francesas más importantes que esta para
presentar sus películas en uno de los certámenes más prestigiosos.
Además, sus ocho nominaciones a los premios César fueron excesivas.
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