El estreno español más
interesante de la semana, más que la un tanto fallida y mejorable
coproducción "Altamira", es la nueva película dirigida
por Paco León tras el díptico formado por "Carmina o revienta"
y "Carmina y amén". La película reúne cinco historias en
un caluroso verano en Madrid en que hay personajes que descubren
filias sexuales a las que dan rienda suelta, tales como dacrifilia,
elifilia, somnofilia y harpaxofilia; por ejemplo, el personaje de
Natalia de Molina se excita sexualmente cuando le roban. El director
utiliza estos aspectos entorno al sexo para hablar sin prejuicios de
las relaciones de pareja, el amor y de normalizar la diversidad de
rarezas que podemos tener las personas. De manera parecida que en
"Carmina y amén", el director combina ligereza y
profundidad y en el aspecto estético el filme está cuidado. También
en su nueva comedia aporta espontaneidad y frescura en los diálogos
y de la mano de un atractivo plantel de actores que incluye, además
de a la citada ganadora del Goya a la mejor actriz este año, al
propio Léon, Belén Cuesta, Álex García, Candela Peña, Luis
Callejo, Alexandra Jiménez (es habitual verla en muchas comedias),
Luis Bermejo y el más desconocido David Mora. Con una fotografía de
colores cálidos y de buen ritmo, estamos ante una divertida comedia
que funciona, aunque no sea una excelente obra, y que viene a ser uno
de los estrenos españoles más destacados de este principio de año.
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