Felix
van Groeningen, responsable de títulos como “The Misfortunates”,
“Alabama Monroe” (con la que se dio a conocer internacionalmente)
y “Bélgica” (que no se estrenó en España), ha dado el salto a
Estados Unidos con esta crónica
sobre la adicción a la metanfetamina y el intento de recuperación y
de salir de las drogas a través de los ojos de un padre que observa
a su hijo mientras lucha contra la enfermedad de la drogodependencia.
No es fácil abordar este tipo de propuesta que podría haber caído
en un telefilm de sobremesa y hace unos meses se estrenó “El
regreso de Ben” con un tema parecido. El director acostumbra a
tener un estilo desaforado pero esta vez hay cierta distancia en el
drama, basado en las memorias de David Sheff y Nic Sheff. Resulta
interesante cómo el padre también tiene adicción a preocuparse y
querer curar a su hijo drogadicto. Lo mejor son las actuaciones de
Steve Carell y Timothée Chalamet, además de contar con Maura
Tierney y Amy Ryan. El film estuvo en la sección oficial del pasado
festival de San Sebastián y Chalamet fue nominado a mejor actor de
reparto a varios premios como el Globo de oro, BAFTA, Critic choice
award, Satellite award y el sindicato de actores, pero finalmente no
al Oscar.
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