Después de las sombrías “Frantz” y “Gracias a Dios”, François Ozon ha vuelto a la luminosidad de sus primeros trabajos con este largometraje en que adapta la novela de Aidan Chambers. ¿Con qué sueñas cuando tienes dieciséis años y estás en un resort en la costa de Normandía en los años ochenta: con tener un mejor amigo, con hacer un pacto de amistad que dure para siempre, con tener mil aventuras en barco o en moto acuática? O quizás sueñas con la muerte... Las vacaciones de verano acaban de comenzar y esta historia cuenta cómo Alexis empieza a crecer. Este es un drama francés que cuenta una historia de iniciación sobre el primer amor y el despertar sexual mediante flaskbacks, que resulta un poco deslavazada pero está en consonancia con la pasión del protagonista. La película está bien ambientada, destaca la fotografía y las buenas actuaciones de Felix Lefebvre (miniserie “Le chalet”) y Benjamin Voisin (“Bonne ponme”), acompañados de Valeria Bruni Tedeschi y Melvin Poupaud. Con el sello de Cannes, el film formó parte de la sección oficial del festival de San Sebastián y es una muestra más del buen hacer de su director.
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