martes, 3 de noviembre de 2020

Muerte en Salisbury * * * *

Además del documental español “Informe Robinson: Michael Robinson - Good, Better, Best” de Román Escoda, el pésimo film de acción estadounidense “Mercenarios de élite” de Matt Eskandari y la comedia estadounidense “Juntos otra vez” de Seth McNamara, podemos destacar este proyecto a cargo de Saul Dibb tras la interesante “Suite francesa”, “Senderos de honor” y la miniserie “Dublin murders”.

En marzo de 2018, los ojos de todo el mundo se giraron hacia la ciudad británica de Salisbury, epicentro de lo que se definió como uno de los más grandes sucesos políticos del siglo XXI. Esta producción de la BBC recrea con gran suspense el caso real de una cadena de envenenamientos ocurridos en una ciudad del condado de Wiltshire en 2018 con ‘novichok’, uno de los agentes nerviosos más letales desarrollado en la URSS en los años 1970 y 1980. Cientos de rastros de este veneno fueron encontrados por toda la ciudad, sumiendo a la población en una situación de extrema alerta e incertidumbre. Detrás del escándalo, un objetivo político: el intento de asesinato del exespía ruso Sergeoi Skripal y de su hija. Detrás de los titulares y las conjeturas políticas, hay el extraordinario heroísmo cotidiano de una población inocente que se movilizó ante una crisis para la que nadie les había preparado. Esta es una miniserie británica compuesta de cuatro episodios, un certero drama sobre la resistencia humana frente lo desconocido que está muy bien documentado, logra ser intrigante aunque ya se sepa lo que sucedió recientemente y resulta entretenido. Está bien interpretado por un elenco formado por Rafe Spall, MyAnna Buring (serie “The wicther”) y Anne-Marie Duff (“En la playa de Chesil”) en los personajes principales. Esta propuesta se puede ver en Movistar + desde finales de octubre y es adecuada en este tiempo de pandemia.


 

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