Después de varios cortometrajes Remi Weekes ha debutado en la dirección de largometrajes con este proyecto. Se centra en una pareja de refugiados de Sudán, un país arrasado por la guerra, que trata de sobrevivir en un pequeño pueblo de Inglaterra hasta que descubren que allí les aguarda un peligroso mal. Estamos ante una película británica que combina el lugar común de la casa encantada, logrando revitalizar el género del terror, con una especie de drama social sobre la inmigración. El largometraje está bien interpretado por la pareja protagonista desconocida, en el reparto cuenta con Javier Botet (habitual en el género) y cabe destacar la banda sonora compuesta por el siempre acertado Roque Baños. Esta aceptable propuesta está disponible en Netflix a partir de últimos de octubre.
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