viernes, 21 de mayo de 2021

El olvido que seremos * * *



La relación inolvidable entre un padre y un hijo

Después de la interesante pero que no fue bien recibida por el público “La reina de España”, Fernando Trueba ha realizado esta adaptación de la emotiva novela de Héctor Abad Faciolince que ha escrito David Trueba. Narra de manera íntima la historia de un hombre bueno, el doctor y profesor colombiano Héctor Abad Gómez, carismático líder social y hombre de familia, un destacado médico y activista por los derechos humanos en el Medellín polarizado y violento de los años setenta. La trama relata la vida del doctor y padre de familia, preocupado tanto por sus hijos como por los niños de clases menos favorecidas. En su casa se respiraba la vitalidad y la creatividad características de una educación fundamentada en la tolerancia y el amor, pero la violencia ambiental del país condicionaba la vida de todo su entorno.

Este es un notable drama biográfico colombiano desde el punto de vista del hijo Abad Faciolince que escribió la novela en que se basa, que nos traslada en dos líneas temporales al pasado luminoso y colorista en color de su infancia mientras que años después el presente cuando se hace adulto es en blanco y negro. La película es bastante fiel al libro aunque es lógico que haya pasajes que pasan rápidamengte en la cinta. Es de corte clásica, con un ritmo que no es ágil pero el director logra envolver al espectador en la historia. Es un tipo de cine de buenos sentimientos entorno al personaje del profesor Abad Gómez que quizás hubiera funcionado mejor en los años noventa en que se hacía más este tipo de películas. Sobre todo se centra en la relación paterno-filial y en el aprendizaje que recibe el hijo de su progenitor, a través del cual vemos el contexto de la situación del país en que el doctor luchó porque hubiera sanidad pública, vacunas y canalización de aguas en las calles de Medellín. El largometraje está muy bien protagonizado por Javier Cámara (que ya había trabajo antes con Trueba) en uno de sus mejores trabajos, con un logrado acento colombiano; en este sentido cabe decir que a diferencia de otras películas latinoamericanas, en esta se entienden bien todos los diálogos y hay una buena labor de sonido. Como personajes principales también están los interpretados por Patricia Tamayo como la esposa y madre de la familia y Juan Pablo Urrego (serie “Sobreviviendo a Escobar. Alias J.J.”) como el único hijo varón ya en edad adulta. Además, la película logra ser emotiva en su parte final si bien quizás se excede un poco en lo melodramático y cabe destacar la fotografía a cargo de Sergio Iván Castaño y la ambientación. 

El film fue seleccionado el año pasado por el festival de Cannes que no se celebró, clausuró el festival de San Sebastián, fue nominado al premio Forqué a mejor película iberoamericana, ganó el Goya en esta categoría y espero que sea reconocido en los premios Platino. Cabe apuntar que existe un documental colombiano de Daniela Abad y Miguel Salazar “Carta a una sombra” (2015) realizado por la nieta de Abad Gómez.

Valoración: 7’5

Lo mejor: la gran interpretación de Javier Cámara y la fidelidad como adaptación cinematográfica.

Lo peor: que sea tachada como una película añeja y anticuada en el mal sentido.

 


En la adaptación del libro hay pasajes breves como el del accidente automovilístico que causa el joven Héctor a una señora y su paso por un centro de salud mental. En el final, me hubiera gustado que se explicitara que el escritor Abad Faciolince escribió la novela después de la pérdida de su padre.

 

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