El siguiente título viene de la mano de Dave Grohl, que debutó con el documental “Sound city” al que siguió la miniserie documental “Sonic highways”. El largometraje que nos ocupa es una carta de amor al raro club del rock and roll, así como una inspiración para todos los niños pequeños que sueñan con una vida tocando música. Dave era ese niño, y también Ringo, Annie Clark, The Edge, Steven Tyler y todos los demás. La lista es infinita. Si bien todos tienen historias, escandalosas, increíbles, locas y conmovedoras, todos comparten un vínculo común. En algún momento, antes de que nadie supiera su nombre, tuvieron un impulso imparable por compartir su música con el mundo. Su pasión los llevó a dejar todo atrás, lanzar la precaución al viento y perseguir su sueño. A nadie se le prometió nada, pero todos tenían un plan. Este es un documental musical estadounidense que es nostálgico y hace una oda a la música en director. La propuesta no aporta mucho en el aspecto cinematográfico, le falta ambición pero puede gustar a los amantes del rock y se puede ver desde finales de abril en Amazon.
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