La obra maestra de Miyazaki
Después de la excelente “La princesa Mononoke” y antes de la más que notable “El castillo ambulante”, el maestro Hayao Miyazaki presentó en 2001 este largometraje que se ha reestrenado en salas por su veinte aniversario. Chihiro es una niña de diez años que viaja en coche con sus padres. Después de atravesar un túnel, llegan a un mundo fantástico, en el que no hay lugar para los seres humanos, sólo para los dioses de primera y segunda clase. Cuando descubre que sus padres han sido convertidos en cerdos, Chihiro se siente muy sola y asustada pero deberá trabajar en un balneario regentado por una bruja si quiere conseguir recuperar a sus padres. La película japonesa es una maravillosa muestra de cine de animación artesanal que nos adentra en un mundo fascinante e inquietante que sirve para que en sus aventuras Chiriro aprenda a ser valiente, decidida y luchadora. El largometraje es cautivador, imaginativo y emotivo, tiene personajes inolvidables como la bruja Yubaba y el monstruo sin rostro y logra que en un mismo plano ocurra más de una acción a la vez. El film obtuvo el Oso de oro en el festival de Berlín, ganó el National Board of Review, el premio del Círculo de críticos de Nueva York, de la Asociación de críticos de Los Ángeles y el Critic choice award a mejor largometraje de animación. Además, consiguió alzarse con el Oscar en su categoría cuando lo fácil hubiera sido que la Academia premiara a “La edad del hielo” en una época en que no había el monopolio de Pixar en los premios y hacía poco que existía la categoría de película de animación. Vi “El viaje de Chihiro” ya años, ha sido un placer verla en pantalla grande y no es sólo la cumbre del cine de Miyazaki sino también uno de los mejores títulos de animación favoritos.
Valoración: 9
Lo mejor: la inventiva de la propuesta, el mundo fantástico e imprevisible que construye.
Lo peor: no poder verla de nuevo por primera vez.
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