Desde Hong Kong nos llega
este emotivo drama que cuenta la relación que se establece entre una
criada anciana que ha trabajado muchos años para una casa y el hijo
que es el único que queda en el hogar. Sin tremendismos, este un
humano y sensible film, muy bien protagonizado por Deanie Yip, que
ganó el premio a la mejor actriz en el festival de Venecia. Esta es
una de esas pequeñas joyitas que no es bueno que pasen
desapercibidas.
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