El estreno español más interesante de esta
semana es esta comedia sobre un ex minero que se convierte en
justiciero social ante la precaria situación del país. Ignacio
Estaregui ha dirigido con pocos medios y con sus ahorros esta
bienintencionada película que aunque en su guión es mejorable,
tiene un buen mensaje de protesta. Además, se crea complicidad entre
el personaje del malogrado actor Álex Ángulo (es triste ver cómo
en el film intenta aprender a conducir cuando falleció al volante) y
el de Hovik Heuchkerian (nominado al Goya revelación por "Alacrán
enamorado", y con un porte parecido al de Javier Bardem). No es
una propuesta notable pero tiene buenos momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario