Curiosamente también se ha estrenado
esta semana un drama protagonizado por un personaje invidente,
escrito y dirigido por el debutante Eskil Vogt, que fue el guionista
de la escelente "Oslo, 31 de agosto". Esta cinta noruega
cuenta la historia de una mujer que tras perder la vista, nunca sale
de su piso. Ingrid sospecha de que su marido Morten puede actuar de
modo extraño: tal vez se quede en casa para observarla o en lugar de
escribir emails esté chateando con su amante. Además, vemos la
historia del marido y su amigo Einar, que fueron compañeros de
universidad y compartían su pasión por la música y el cine. Pero
el amigo ha dejado esas preferencias, espía a una vecina, Elin, una
divorciada que está sola con su niña. La película puede ser un
tanto artificial en su mecanismo, ya que el director pone la cámara
en un lugar incómodo de ver para el espectador pero es imaginativa,
propone un juego al espectador y la protagonista Ellen Dorrit
Petersen hace un gran trabajo. Premiada en la academia de cine
noruega, mejor película en el festival de Estambul, presente en el
festival de Berlín y mejor guión en el World Cinema de Sundance, la
película gustará a los seguidores del mejor cine nórdico y los
afines a propuestas ambiciosas y bien logradas como ésta.
Valoración: 7
Lo mejor: su juego narrativo y visual atrapa al espectador.
Lo peor: el film resulta un poco frío
Valoración: 7
Lo mejor: su juego narrativo y visual atrapa al espectador.
Lo peor: el film resulta un poco frío
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