Uno de los platos fuertes de este verano
que podemos encontrar en la cartelera es este reboot de "Jurassic
Park", dirigido por Colin Trevorrow, un director desconocido
para el gran público cuya primera película fue la aceptable
"Seguridad no garantizada" y que el mismo Steven Spielberg
eligió como realizador. La historia se centra veinte años después
en la Isla Nublar, que se ha convertido en un parque temática con
versiones de conocidos dinosaurios. Pero aparece un desconocido e
inteligente dinosaurio que causa peligro en el lugar. Trevorrow
demuestra querer a estos seres, es fiel a la primera cinta de
Spielberg, recoge ese punto de nostalgia aunque ya no asombra la
presencia de los dinosaurios como la primera vez y tiene un punto de
ingenuidad. La película funciona como producto siempre entretenido,
espectacular, un digno blockbuster de los mejores de lo que va de
año, aunque no llega a la altura del nuevo "Mad Max".
Cuenta con las interpretaciones de Chris Pratt como nuevo héroe de
acción tras "Guardianes de la galaxia" y una recuperada
para el gran público Bryce Dallas Howard como la sofisticada y
calculadora directora del parque, bien acompañados por Vincent
D'Onofrio, el francés Omar Sy y hasta aparece el propio director.
Este supertaquillero film, que ya ha logrado ser de los más vistos
de la historia, cumplirá las expectativas de los fans de la saga, ya
que es mejor que sobre todo la tercera entrega de "Jurassic
Park" y las nuevas generaciones que no hayan visto el film
original encontrarán aquí una potente aventura.
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