Tras casi tres años
de retraso pero desgraciadamente con más fuerza si cabe se estrena
esta cinta marroquí que estuvo presente en la sección "Un
certain regard" del festival de Cannes y ganó la espiga de oro
a la mejor película en la Seminci de Valladolid. Nabil Ayouch, uno
de los representantes del nuevo y desconocido cine marroquí, dirige
este film que interpreta libremente los atentados terroristas que
tuvieron lugar en mayo de 2003 en Casablanca. Cuenta la historia de
una familia en un entorno dificil. Uno de los hermanos, Hamid, sale
de prisión convertido en un islamista radical y convence a sus
hermanos y amigos para unirse a la yihad. El grupo recibe un
entrenamiento físico y mental antes de anunciarle que ha sido
elegido para dser mártires e inmolarse. La película no toma partido
ideológico, deja que los acontecimientos se sucedan de manera
natural y el resultado es un drama familiar sobre el terrorismo
islámico duro y emotivo, que refleja el ambiente opresivo en uno de
esos países en que las libertades individuales están sometidas al
poder y la religión común. Vale la pena verla, sobre todo para los
interesados en una triste realidad.
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