Vale la pena destacar esta
adaptación de Israel Horovitz sobre su propia obra teatral. Este
film británico es una comedia dramática sobre un neoyorkino que
viaja a París para vender un apartamento que ha heredado de su
padre, con quien no mantenía contacto. Pero al llegar allí se
entera que allí vive una señora mayor con su hija y que según la
ley francesa, no podrá tener el piso hasta que la anciana fallezca.
Lo que empieza como una comedia ligera, se va volviendo más
dramática hasta ser un film para adultos que habla de temas como la
familia o la herencia. Por otra parte, el guión no se desarrolla con
fluidez y busca emocionar al espectador de manera algo forzada. Pero
cuenta con excelentes actores como Kevin Kline, Maggie Smith, Kristin
Scott Thomas y Dominique Pinon que hacen que el film, menos simple de
lo que parece, se vea con interés.
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