El estreno estadounidense más
atractivo de estos días (más que la irregular "Ted 2") es
este film de Lee Toland Krieger, un director desconocido pero que ya
realizó "The vicious kind" y "Celeste and Jesse
forever", cuyo guión fue nominado en los Spirit awards. Su
nueva película tiene un argumento que recuerda al de la portentosa
"El curioso caso de Benjamin Button". Una joven nacida a
principios del siglo XX y tiene un accidente a los 29 años que hace
que viva durante décadas sin envejecer. Adaline no puede permanecer
mucho tiempo en el mismo lugar pero tiempo después conoce a un
hombre que puede cambiar su vida. No importa que la premisa sea
fantástica para que no sea una buena película. Este es un elegante
drama romántico cuyo guión podría haber dado más profundidad
sobre la vida y la muerte teniendo en cuenta su argumento (los seres
queridos de la mujer mueren mientras que ella no) y no ser
melodramático, además de que a veces parece que se preocupa sobre
todo en que la protagonista luzca bien. No obstante,tiene un halo
melancólico y clásico aceptable, una adecuada interpretación de
Blake Lively, quizás la mejor de su carrera, elegante y muy bella,
que hace que el espectador no pierda interés en el film. Además,
cuenta con actores de la talla de Ellen Burstyn (que interpreta a su
hija) y de Harrison Ford. Gustará a los que no sean muy exigentes y
a los seguidores de dramas románticos por encima de la vida anodina.
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