Jean Becker es un
veterano realizador francés responsable de interesantes títulos
como "La fortuna de vivir", "Los jardines de la
memoria" y que en España estrenó "Conversaciones con mi
jardinero", "Mis tardes con Margueritte" y "Mi
encuentro con Marilou", ésta última con críticas irregulares.
Ahora llega a las pantallas su última película, que cuenta la
historia de un solitario hombre de sesenta años que después de un
accidente, debe permanecer con la pierna escayolada en el hospital y
aceptar las visitas de médicos y familiares. El argumento tiene un
punto en común con el de la también cinta francesa "No
molestar" que nos llegó hace unas semanas, sobre un hombre que
no puede estar tranquilo en casa porque siempre le interrumpen
personas. El personaje que interpreta con gracia Gérard Lanvin, uno
de los mejores actores veteranos de Francia, pasa de ser un gruñón
a bondadoso y a arreglar la vida de otros personajes. Los actores
secundarios también son notables, en especial Jean-Pierre Darrousin.
Esta es una agradable y simpática comedia que habla de la condición
humana y aunque no sea una gran obra, es digna para pasar un buen
rato.
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