En una semana con algunos
estrenos interesantes, hay que destacar este filme que contribuyó a
la excelente cosecha del 2015 del cine latinoamericano y,
concretamente, de Chile, junto con la notable "El club". De
hecho, tanto la cinta de Pablo Larraín y "El botón de nácar"
fueron premiadas en el festival de Berlín, ésta última con el
premio al mejor guión, algo poco habitual tratándose de un
documental. Trata el elemento del agua, el límite más largo de
Chile. El país tiene 2670 millas de costa, es el archipiélago más
largo del mundo y tiene un paisaje fuera de lo común, donde hay
volcanes, montañas y glaciares. Además, tiene las voces de los
indígenas patagones, los marineros ingleses y los prisioneros
políticos. El filme da voz a la memoria del agua, testigo de la
historia de un país que el director Patricio Guzmán cuenta de
manera metafórica. La mirada del realizador es lúcida y poética,
con un ritmo pausado, que gustará sobre todo a los más cinéfilos
que quieran conocer un poco país a este país sudamericano.
Galardonado también con el premio Fénix del cine latinoamericano a
la mejor fotografía documental a cargo de Katell Djian, este es un
bello, singular y atípico documental al uso, realizado con
sensibilidad.
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