martes, 9 de febrero de 2016

El renacido * * * *


Apenas un año después de triunfar en los Oscar con "Birdman", una propuesta formalmente arriesgada y un poco más contenida de lo que es habitual en la filmografía de su director, el mexicano Alejandro G. Iñárritu ha vuelto dispuesto a volver a tener éxito en materia de premios con su última película. Ambientada a principios del siglo XIX, en una Norteamérica salvaje, el explorador Hugh Glass participa con su hijo mestizo Hawk en una expedición que recolecta pieles, algo de mucho valor en la época. El hombre es gravemente herido por un oso y es abandonado por un compañero del grupo John Fitzgerald, que mata a su hijo.
Después de una breve presentación de los personajes y de la situación, se sucede la escena más impactante del filme en que un oso ataca al protagonista. Posteriormente, vemos cómo Glass sobrevive y con una gran fuerza de voluntad, sólo quiere vengarse de Fitzgerald. Tiene muchos obstáculos en su camino: un invierno helado, un territorio enemigo y la guerra entre las tribus de nativos norteamericanos. El rodaje de esta producción no fue fácil por los parajes inhóspitos y ciertas desavenencias con el director pero Iñárritu y DiCpario hacen un muy buen equipo juntos en su primer trabajo juntos. Estamos ante una excelente película de aventuras, que recuerda a los westerns de los años 70 y tiene un tono épico, elementos reunidos en un tipo de cine que ya no se hace en nuestros días. Hay que decir que el filme tiene pocos diálogos, muchos silencios y contadas escenas duras e impactantes. La religión y la venganza siempre han sido temas constantes en las películas de Iñárritu como en "21 gramos" o "Biutiful", y en esta ocasión, también lo es. El filme contiene imágenes de los paisajes que recuerdan a las de Terrence Malick y que contrastan con la muy dura situación del protagonista. A algunos les puede resultar que chirrían con la historia pero encuentro que dan cierto respiro a la extrema situación que vive Glass y esas imágenes oníricas y místicas se relacionan con la creencia religiosa del protagonista como ayuda a su sufrimiento, ya que en ellas aparecen la fallecida madre de su hijo, la muerte del cual le hace querer vengarse como su aliciente para vivir. Así, el film nos hace pensar en la venganza como proceso que importa a medida que se va haciendo, aunque sepamos que su resultado satisfactorio no hará que reviva en este caso Hawk. Además, el director vuelve a contar con la excelente fotografía de Emmanuel Lubezki y la contundente música de C. Nicolai y R. Sakamoto. Pero sin duda, el gran reclamo es la sobre todo física interpretación de Leonardo DiCaprio, cuyo cuerpo padece muchos males. Cabe decir que la historia no es muy compleja a nivel emocional, que el argumento es simple y que las dos horas y media de metraje podrían haberse acortado un poco, pero no se me ha hecho pesado. Y esta puede ser la película que le dé el Oscar que tanto merece DiCaprio, de manera similar al caso de Julianne Moore el año pasado. El actor lleva una exitosa carrera en la temporada de premios y quizás esta es la vez en que más posibilidades tiene de ganar la estatuilla dorada. Está bien apoyado por las doce nominaciones al Oscar que acumula el film (aunque alguna de ellas como vestuario o maquillaje tal vez sean sobrevaloradas) e Iñárritu tiene opciones de repetir un triunfo consecutivo, algo muy poco habitual. DiCaprio está muy bien acompañado en el filme por su antagonista Tom Hardy, también candidato al Oscar aunque no fue la primera opción para el papel, que quizás otorga más matices a su personaje que el del protagonista, Domhall Gleesson en otro papel serio como en la última entrega de "Star Wars", lejos de la comedia "Una cuestión de tiempo" y el joven Will Poulter ("visto en "El corredor del laberinto").
El desenlace de la película se desarrolla de manera un poco convencional aunque esperemos el encuentro de dos personajes. Esto no quita mérito a uno de los títulos de esta temporada de premios. Con "El renacido", Iñárritu ha dado un paso más en un filme llamado "de experiencia" y, aunque sus constantes de estilo puedan gustar más o menos, porque a veces pueden verse como grandilocuentes y vanidosas, realiza propuestas arriesgadas y potentes.
Lo mejor: la entrega y el sufrimiento de DiCaprio.

Lo peor: el film es algo excesivo, algo propio de su director. 


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