Durante la dictadura militar
argentina de finales de los años setenta, el ex capitán de la
Armada Tomás Kóblic (Ricardo Darín) participó el "los vuelos
de la muerte", denominados así porque tiraban vivos a los
detenidos-desaparecidos al Río de la Plata. Después de abandonar la
armada, Kóblic se refugia en Colonia Helena, donde impera la ley del
comisario Velarde (Óscar Martínez), un delincuente líder de una
banda de robo de ganado. Con este interesante planteamiento,
Sebastián Borensztein (ganador del Goya por "Un cuento chino",
su anterior película) dirige este thriller argentino realizado no al
uso de lo que tradicionalmente vemos en este género. La película
está dirigida con eficiencia, es un poco previsible en su guión y
tiene elementos de western. Destaca sobre todo por la relación entre
los personajes de Ricardo Darín y Óscar Martínez, y tiene una
trama amorosa del personaje del primero con Inma Cuesta (como cuota
al tratarse de una coproducción con España) que es un poco
inncesaria, aunque la actriz sorprende para bien con acento
argentino. El filme fue uno de los más destacados en el pasado
festival de Málaga donde ganó el premio al mejor actor secundario
para Óscar Martínez y a la mejor fotografía ex-aequo con la de
"Quatretondeta". En definitiva, esta es una propuesta
interesante que podría haber sido mejor de lo que realmente es.
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