Hace dos millones de
años, un joven hombre-mono no era como los demás: más pequeño,
menos peludo y una de sus extremidades inutilizada. Descubre por
sorpresa cómo caminar, después cómo hacer fuego, cómo cazar y al
final evoluciona. Sus rarezas y su ingenio pueden significar que se
trata del primer eslabón en la evolución de la especie. Este es un
filme de animación francés dirigido por Jamel Debbouze, que es
sencillo en el argumento de la evolución del hombre, es en cierta
medida divertido y funciona sobre todo para el público infantil.
Puede resultar un poco recargado en su estilo de animación y no es
una gran obra pero tiene gags de dos tipos de humor, francés y
escatológico, y es una propuesta animada que tiene su atractivo.
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