Una semana después de "The
duke of Burgundy" se estrena en salas la anterior película a
ésta de Peter Strickland del año 2012. En la década de los
setenta, el Berberian sound studio fue el estudio de sonido más
barato y sórdido de Italia, por donde pasaron las películas más
perturbadoras. Gilderoy, un tímido ingeniero inglés experto en
sonido, viaja a Italia para mezclar en último "giallo" de
Santini, el maestro de cine de intriga, pero se ve atrapado en un
mundo prohibido con actores maniáticos, donde son habituales los
caprichos artísticos y una burocracia absurda. Este es un peculiar
filme en el que su director homenajea el giallo, género de terror
italiano. La película recuerda a las pesadillas perpetradas por el
director David Lynch y en que el protagonista, muy bien interpretado
por Toby Jones, es un técnico de sonido que se introduce en una
película dentro de una ficción. Esta obra pone sobre la mesa el
poder hipnótico y destructor del séptimo arte, está fuera del cine
de moldes a que estamos acostumbrados y resulta ser uno de los
títulos más insólitos del cine reciente y que podemos ver en
cartel, siguiendo el personal y minucioso estilo en la realización
de Strickland. El filme estuvo en la sección oficial del festival de
Locarno y de Sitges, ganó el BAFICI a la mejor película y el
premio al mejor director y actor en los British Independent awards.
No hay comentarios:
Publicar un comentario