Uno de los grandes estrenos de
este verano es este filme sobre el personaje de Tarzán, llevado al
cine muchas veces. En esta ocasión, David Yates, que dirigió filmes
de la saga de Harry Potter, realiza este filme en que ya hace años
que Tarzán abandonó la jungla africana para llevar una vida
aburguesada como John Clayton III, Lord Greystoke, con su esposa
Jane. Pero un día le ofrecen el cargo de embajador en el Congo. En
realidad, todo forma parte de un plan ideado por un capitán belga.
En un año en que se ha recuperado el género de aventuras con "El
libro de la selva", "La leyenda de Tarzán" es una
propuesta familiar de guión mejorable, exento de humor, en que
funciona el despligue de animales creados digitalmente, como ocurrió
en la más que notable nueva adaptación de la anterior película
citada. Como película de aventuras es entretenida y ofrece acción y
buenos efectos especiales. Sin embargo, si el objetivo era
revitalizar el personaje principal para las nuevas generaciones, da
la sensación de que el filme es un poco innecesario. Cuenta con un
atractivo reparto de actores: el sueco Alexander Skarsgard es el
nuevo Tarzán sin taparrabos y con pantalones, un hombre muy
musculoso y guapo pero poco expresivo. A su lado una Margot Robbie en
alza interpreta a Jane, que deja de ser la típica chica florero a la
que hay que rescatar, por lo que hay un punto feminista acertado.
Christoph Waltz vuelve a hacer bien de villano y además el filme
cuenta con Samuel L. Jackson, Djimon Hounsou, Jim Broadbent, John
Hurt y Ella Purnell (vista en "Intruders", por ejemplo). En
definitiva, el filme puede ser taquillero pero no es un blockbuster
de calidad de este verano y esperemos que el director haga un mejor
trabajo en la próxima "Animales fantásticos y cómo
encontrarlos".
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