Muchos recordamos a "Buscando a
Nemo" como un prodigio de la animación y que consiguió
emocionar. Uno de los personajes más recordados y queridos era Dory,
por lo que no es extraño que la factoría Pixar, tras "Toy
story 3" o "Cars 2" decidiera continuar la historia de
este personaje. Un año después de lo ocurrido en "Buscando a
Nemo" Dory vive tranquilamente con Marlin y su hijo Nemo.
Durante un viaje para ver cómo las matarrayas migran de vuelta a
casa, Dory deja de tener problemas de memoria y recuerda que tiene
una familia. Entonces emprende un viaje con sus compañeros para
reencontrase con sus padres, a los que perdió hace años. Van al
Instituto de Vida Marina de California, un acuario y centro de
recuperación de especies marinas. La película repite la fórmula de
la anterior con una historia parecida y sabiendo combinar con acierto
momentos de humor, de emoción y de tristeza. Tal vez el mundo
submarino ya no resulta tan novedoso como en "Buscando a Nemo"
y no llegue a su calidad pero es una excelente secuela que tiene
buenos personajes secundarios como Hank, un detallado guión, ofrece
aventura y tensión, el ritmo es ágil y toca el corazón del
espectador. Estamos ante una de las mejores secuelas en animación de
Pixar y, sin duda, uno de los títulos del año que posiblemente se
lleve el Oscar en su categoría.
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