Después del éxito de su anterior filme "Whiplash", el director sigue vinculado a la música con si siguiente proyecto, que en un principio iba a ser protagonizado por el actor de "Whiplash" Miles Teller. En este filme la música es más importante si cabe en la historia de Mia, una más de las miles de aspirantes a actriz que hay en Los Angeles a la caza del sueño hollywoodiense. Sebastian es un pianista que se arrastra por bolos de segunda mientras defiende su sueño de montar un club en el que se rinda tributo al jazz más puro. Los destinos de ambos deben entrecruzarse varias veces para que la pareja descubra el amor. Su vínculo hará florecer el amor y luego pondrá en jaque las aspiraciones de ambos. Este es un musical que recupera la maestría de aquellos en su género de hace años, y que en los últimos años hubo filmes destacados como "Moulin Rouge!", "Chicago" y "Los miserables". "La la land" bebe de títulos musicales de Hollywood como "Un americano en parís" y franceses como "Los paraguas de Cherburgo", sobre todo este último en el uso del colorido y de cierta amargura hacia el desenlace, y el director demuestra su cinefilia como "Rebelde sin causa" que se proyecta en un cine y en la bella escena en el planetario.
El filme está estructurado en las cuatro estaciones del año empezando en invierno con un estupendo plano secuencia en una autopista con un atasco de vehículos y terminando otra vez en invierno pero con un salto temporal. Al principio vemos el camino de los dos personajes principales en paralelo hasta que se cruzan, hay escenas que revitalizan y actualizan el musical hoy en día con un aire alegre y fiestero como la escena de la fiesta alrededor de una piscina pero ha medida que se los lazos entre los dos protagonistas se estrechan y continuan persiguiendo sus objetivos profesionales, hay un punto de amargura cuyo mensaje viene a decirnos que a veces uno puede conseguir sus sueños en la ciudad de las estrellas pero a costa de perder a la persona amada. Cabe decir que es cierto que el guión no es el máximo fuerte de la película, la historia no es original y es sencilla pero esta es más una propuesta sensorial que narrativa, me ha sorprendido gratamente que el romance no sea empalagoso en un musical y es muy importante el aspecto profesional de la música y la actuación. En este sentido, son interesantes los apuntes sobre el jazz y el hecho de lograr lo que realmente quiere uno hacer o sucumbir al gusto común para tener una estabilidad. Aunque se ven unos paisajes de Los Angeles atractivos, el actor principal dice que "Los Angeles lo adora todo y no valora nada". La película es muy entretenida en sus algo más de dos horas, tiene varios planos secuencia logrados, es colorista pero también nostálgica (él tiene referencias en los maestros del jazz, ella en actrices como Ingrid Bergman) y melancólica. Se ha comparado a la pareja protagonista con estrellas como Fred Astaire y Ginger Rogers y realmente Emma Stone y Ryan Gosling vuelven a demostrar su química en pantalla tras trabajar juntos en "Crazy, stupid, love" y "Gangster squad". Él canta, baila y toca el piano realmente mientras que ella actúa con gran naturalidad y con diversos registros, quizás a diferencia de él, que es un pelín más soso. Tiene mérito la magia que desprenden juntos, teniendo en cuenta que no cantgan y bailan de manera excelente. La actriz ya despuntó en filmes como "Bienvenidos a Zombieland" y tras verla aquí entiendo que sea la favorita al Oscar aunque lo merezca Isabelle Huppert o Natalie Portman.
Cabe apuntar que el filme destaca en muchos apartados como la fotografía, la puesta en escena, tiene sencillos y eficaces números musicales, las escenas fluyen en pantalla, la música y las canciones son estimables, sobre todo "City of stars" que interpreta Gosling y se queda en la cabeza. La película ha tenido una temporada de premios brillante que empezó con el premio a mejor actriz en la Mostra de Venecia (donde se presentan filmes que luego pueden ser importantes en premios), ha obtenido galardones en los Globos de oro, Satellite o Critics Choice awards y ha logrado ser la más nominada a los Oscar con 14 nominaciones junto con "Eva al desnudo" y "Titanic". Es una propuesta muy agradable de ver y oír que tiene una comprensible gran acogida del público (recibió el premio del público en el festival de Toronto en septiembre) y ha sido número uno en España, si bien algunos espectadores pueden pensar que tendrá el típico "happy end". En estos tiempos, un precioso filme como este es adecuado de ver en el cine y su éxito sirve como contrapunto al panorama convulso de Estados Unidos.
El filme está estructurado en las cuatro estaciones del año empezando en invierno con un estupendo plano secuencia en una autopista con un atasco de vehículos y terminando otra vez en invierno pero con un salto temporal. Al principio vemos el camino de los dos personajes principales en paralelo hasta que se cruzan, hay escenas que revitalizan y actualizan el musical hoy en día con un aire alegre y fiestero como la escena de la fiesta alrededor de una piscina pero ha medida que se los lazos entre los dos protagonistas se estrechan y continuan persiguiendo sus objetivos profesionales, hay un punto de amargura cuyo mensaje viene a decirnos que a veces uno puede conseguir sus sueños en la ciudad de las estrellas pero a costa de perder a la persona amada. Cabe decir que es cierto que el guión no es el máximo fuerte de la película, la historia no es original y es sencilla pero esta es más una propuesta sensorial que narrativa, me ha sorprendido gratamente que el romance no sea empalagoso en un musical y es muy importante el aspecto profesional de la música y la actuación. En este sentido, son interesantes los apuntes sobre el jazz y el hecho de lograr lo que realmente quiere uno hacer o sucumbir al gusto común para tener una estabilidad. Aunque se ven unos paisajes de Los Angeles atractivos, el actor principal dice que "Los Angeles lo adora todo y no valora nada". La película es muy entretenida en sus algo más de dos horas, tiene varios planos secuencia logrados, es colorista pero también nostálgica (él tiene referencias en los maestros del jazz, ella en actrices como Ingrid Bergman) y melancólica. Se ha comparado a la pareja protagonista con estrellas como Fred Astaire y Ginger Rogers y realmente Emma Stone y Ryan Gosling vuelven a demostrar su química en pantalla tras trabajar juntos en "Crazy, stupid, love" y "Gangster squad". Él canta, baila y toca el piano realmente mientras que ella actúa con gran naturalidad y con diversos registros, quizás a diferencia de él, que es un pelín más soso. Tiene mérito la magia que desprenden juntos, teniendo en cuenta que no cantgan y bailan de manera excelente. La actriz ya despuntó en filmes como "Bienvenidos a Zombieland" y tras verla aquí entiendo que sea la favorita al Oscar aunque lo merezca Isabelle Huppert o Natalie Portman.
Cabe apuntar que el filme destaca en muchos apartados como la fotografía, la puesta en escena, tiene sencillos y eficaces números musicales, las escenas fluyen en pantalla, la música y las canciones son estimables, sobre todo "City of stars" que interpreta Gosling y se queda en la cabeza. La película ha tenido una temporada de premios brillante que empezó con el premio a mejor actriz en la Mostra de Venecia (donde se presentan filmes que luego pueden ser importantes en premios), ha obtenido galardones en los Globos de oro, Satellite o Critics Choice awards y ha logrado ser la más nominada a los Oscar con 14 nominaciones junto con "Eva al desnudo" y "Titanic". Es una propuesta muy agradable de ver y oír que tiene una comprensible gran acogida del público (recibió el premio del público en el festival de Toronto en septiembre) y ha sido número uno en España, si bien algunos espectadores pueden pensar que tendrá el típico "happy end". En estos tiempos, un precioso filme como este es adecuado de ver en el cine y su éxito sirve como contrapunto al panorama convulso de Estados Unidos.
Valoración: 9
Lo mejor: la energía y creatividad que desprende y el trabajo de Emma Stone y Ryan Gosling.
Lo peor: el guión no parece muy trabajado y el filme puede verse al final como una fórmula para ganar aunque no importa mucho.
Hacia el final hay unas escenas bonitas que reformulan la historia de la película y el desenlace, con un sabor agrio que me recuerda al de "Café society" de Woody Allen en que los dos personajes principales han conseguido un status social pero se acuerdan el uno del otro. Personalmente me hubiera gustado una explicación en el devenir del personaje de Mia pero el filme tiene uno de los finales más bonitos que he visto últimamente en el cine, donde recomiendo verlo 100%.
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