martes, 21 de febrero de 2017

Manual de un tacaño * *

Otro de los estrenos de esta semana es el último filme del director francés Fred Cavayé. En esta ocasión se aleja del género del thriller como "Cruzando el límite" y "Cuenta atrás" y se adentra en la comedia, que ya tanteó como uno de los directores de la innecesaria "Los infieles". Cuenta la historia del primer violinista de la orquesta local, François Gautier, que tiene un gran defecto: es un tacaño. Se cronometra bajo la ducha, utiliza las farolas para iluminar su casa, ve la televisión del vecino con prismáticos y mide el papel higiénico. François no tiene vida social, su único amigo es el director de su banco. Invitar a alguien a tomar algo puede ser mortal, llevar a una mujer a cenar es una tortura. Pero Valerie, la nueva violonchelista de la orquesta, no ve a François como un tacaño, sino a un virtuoso músico del que se enamora. Entonces conoce a Laura y le dice a François que es su hija. Su madre le había presentado como un rico benefactor de causas infantiles y Laura le ha idealizado como a un héroe. Ahora François, además de un gran defecto, tiene dos problemas: Valerie y Laura, que le quieren por lo que no es. Él les sigue el juego, pero cualquier desliz podría costarle muy caro. Es evidente que esta propuesta actualiza la obra teatral clásica "El avaro", aunque el guión está escrito entre otros por el propio director y la idea original es de Olivier Dazat. El filme comienza bien con la presentación del personaje principal y en su primer tramo es divertido gracias a algunos gags entretenidos. Sin embargo, la historia resulta poco verosímil, exagerada y repetitiva. Además, la última parte es más convencional con la trama sentimental amorosa en que el espectador puede intuir que el tacaño Gautier puede dejar de serlo gracias al amor de una mujer. Lo mejor de la función es la labor de Dany Boon como el protagonista, un actor del que no soy muy seguidor pero que tiene talento cómico, aunque me gustaría poder ver en un registro diferente, quizás más serio. Está acompañado por Laurence Arné como la nueva violonchelista Valerie y Nóemie Schmidt como Laura, la hija de François. No es extraño que este popular filme sea otro éxito de Boon, que alcanzó el primer puesto en la taquilla francesa en su estreno con 800.000 espectadores, ya que todos podemos conocer a algún tacaño y algunos incluso pueden identificarse en menor medida con el protagonista, sobre todo en tiempos de crisis.

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