Otro los estrenos más comerciales de esta temporada estival es este filme de Alex Kurtzman, que anteriormente dirigió el drama "Así somos" y episodios de series como "Sleepy Hollow". El director sigue en el terreno fantástico con esta propuesta en que dos traficantes de antigüedades, Nick Morton y su socio, el Sargento Vail encuentran por accidente una tumba sellada en Egipto y despiertan a su moradora: la momia de la princesa Ahmanet, que regresa a la vida en una ola de terror y destrucción. A pesar de estar enterrada en una tumba en lo más profundo del desierto, la antigua princesa cuyo destino le fue arrebatado injustamente, se despierta en la época actual y trae consigo una maldición que ha crecido hasta límites insospechados con el paso de miles de años. Años después de las entregas de "La momia" protagonizadas por el actor Brendan Fraser que fueron decayendo en calidad sucesivamente, estamos ante el primer reboot del llamado "Universo oscuro" que ha planeado Hollywood sobre monstruos de la factoría Universal. Esta es una cinta de aventuras fantástica que tiene escenas ágiles llenas de efectos especiales pero también diálogos de arqueología, pero el ritmo es irregular, la propuesta parece un batiburrillo de escenas de acción sin mucha cohesión y está poco definida. Tom Cruise vuelve a protagonizar un blockbuster, esta vez acompañado de Russell Crowe, Annabelle Wallis (vista en "Annabelle"), Sofia Boutella ("Star Trek: más allá") como la momia del título, Jake Johnson (que estuvo en "Jurassic World" y "Malditos vecinos" y Courtney B. Vance ("The people v. OJ Simpson"). Esta es una decepcionante cinta ruidosa que no deja en buen lugar el inicio del ciclo de films de monstruos y que, si la comparamos con las dos primeras entregas de "La momia" con Fraser y Rachel Weisz, queramos verlas antes que esta que nos ocupa.
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