Dos de los estrenos de este fin de semana es latinoamericano. Uno de ellos es el aceptable remake argentino de Marcos Carnevale de la exitosa cinta francesa "Intocable", esta vez con los actores Óscar Martínez y Rodrigo de la Serna.
Justamente se ha celebrado en Madrid la gala de los premios Platino del cine iberoamericano en que la película "El ciudadano ilustre" ha sido la triunfadora, dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn, responsables de este otro estreno que nos ocupa. Este es es un viaje a lo profundo de Argentina. El asado es una comida y un ritual. Es primitivo y contemporáneo, salvaje y refinado, un arte y una ciencia. Pocos fenómenos revelan con mayor originalidad y precisión los rasgos esenciales de la identidad nacional. Por primera vez una película le hace frente a esta tradición casi sagrada con una mirada incorrecta. Con un toque cómico, propio en el estilo de los directores en la anterior cinta premiada de los directores, aunque de un humor un poco obvio, se mezcla la realidad y la ficción, muestra con originalidad y precisión los rasgos esenciales de la identidad nacional argentina. Pero el film da un paso más al ser capaz de hacer frente a una tradición casi sagrada. Este es un interesante documental gastronómico realista, mordaz y ameno, que funciona como simple documental de cocina y también como instrumento para describir las costumbres del país. Esta cinta se pudo ver en el festival de San Sebastián, gustará sobre todo a los carnívoros y es posible que no mucho a los vegetarianos y veganos.
Justamente se ha celebrado en Madrid la gala de los premios Platino del cine iberoamericano en que la película "El ciudadano ilustre" ha sido la triunfadora, dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn, responsables de este otro estreno que nos ocupa. Este es es un viaje a lo profundo de Argentina. El asado es una comida y un ritual. Es primitivo y contemporáneo, salvaje y refinado, un arte y una ciencia. Pocos fenómenos revelan con mayor originalidad y precisión los rasgos esenciales de la identidad nacional. Por primera vez una película le hace frente a esta tradición casi sagrada con una mirada incorrecta. Con un toque cómico, propio en el estilo de los directores en la anterior cinta premiada de los directores, aunque de un humor un poco obvio, se mezcla la realidad y la ficción, muestra con originalidad y precisión los rasgos esenciales de la identidad nacional argentina. Pero el film da un paso más al ser capaz de hacer frente a una tradición casi sagrada. Este es un interesante documental gastronómico realista, mordaz y ameno, que funciona como simple documental de cocina y también como instrumento para describir las costumbres del país. Esta cinta se pudo ver en el festival de San Sebastián, gustará sobre todo a los carnívoros y es posible que no mucho a los vegetarianos y veganos.
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