Después del relativo fracaso de "Pan", Joe Wright regresa al tipo de cine de época que le ha dado muy buenos resultados como en "Orgullo y prejuicio", "Expiación" y "Anna Karenina". Este es un film ambientado en 1940, cuando Winston Churchill se convierte en primer ministro británico en un momento realmente crucial de la Segunda Guerra Mundial, pues los nazis avanzan imparables conquistando prácticamente todo el continente europeo y amenazando con una invasión a Inglaterra. Churchill deberá entonces explorar la posibilidad de un tratado de paz con Alemania, o ser fiel a sus ideales y luchar por la liberación de Europa. Este es un drama de trasfondo histórico en que Wright recurre a su manierismo característico y con un aspecto casi teatral, aunque también la ambientación intenta ser realista. Escrito por Anthony McCarten ("La teoría del todo"), el film cuenta con una buena fotografía oscura, la música de Dario Marianelli y una buena dirección de arte. Después del Churchill interpretado por Brian Cox el año pasado, llega el de un inmenso Gary Oldman que se adueña del personaje bajo capas de maquillaje. Su actuación le ha hecho valedor de los premios a mejor actor de la temporada de premios y el actor de "Drácula" o "El topo" merece por fin el Oscar. El reparto de actores incluye a Ben Mendelsohn como el rey Jorge VI, Kristin Scott Thomas como la esposa de Churchill y Lilly James como la secretaria. La película, una de esas en que todo gira entorno a una esforzada interpretación, ha obtenido seis nominaciones a los Oscar incluyendo mejor película y seguramente ganará como mejor actor y maquillaje.
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