Uno de los estrenos del anterior fin de semana está dirigido por el veterano y prolífico Robert Guédiguian, después de "Una historia de locos". En una pequeña cala cerca de Marsella, en pleno invierno, Angèle, Joseph y Armand vuelven a la casa de su anciano padre. Angèle es actriz y vive en París, y Joseph acaba de enamorarse de una chica mucho más joven. Armand es el único que se quedó en Marsella para llevar el pequeño restaurante que regentaba su padre. Es el momento de descubrir qué ha quedado de los ideales que les transmitió su progenitor, del mundo fraternal que construyó en este lugar mágico en torno a un restaurante para obreros. Pero la llegada de una patera a una cala vecina cambiará sus reflexiones. Este es un notable drama familiar, transparente y luminoso, que reflexiona sobre el paso del tiempo y la cercanía de la vejez con un toque poético y un aspecto social un poco didáctico. Aunque las relaciones entre los personajes parecen algo planificadas, estos están bien interpretados por los actores. Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darrousin y Gérard Meylan son buenos actores habituales en las películas del director, a los que se une la joven Anaïs Demoustier ("Una nueva amiga") que fue nominada al premio César por este papel. El film estuvo presente en la sección oficial en la pasada Mostra de Venecia y es uno de los más logrados de Guédiguian, gustará a sus seguidores pero no sorprende.
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