También
podemos encontrar en la cartelera española la última película
dirigida por el artista Julian Schnabel, responsable de las
destacadas “Antes que anochezca” y “La escafandra y la
mariposa”. El director sigue acercándose a figuras masculinas y
esta vez en el
pintor holandés post-impresionista, Vincent Van Gogh, que se mudó
en 1886 a Francia, donde vivió un tiempo conociendo a miembros de la
vanguardia incluyendo a Paul Gauguin. Una época en la que pintó las
obras maestras espectaculares que son reconocibles en todo el mundo
hoy en día. Esta coproducción estadounidense es un interesante
drama biográfico que intenta reinventar el legado del pintor,
teniendo en cuenta que el mismo Schnabel también se dedica a la
pintura, y, a diferencia de otros excelentes films sobre Van Gogh
(como el de 1991 de Maurice Pialat y “El loco del pelo rojo” con
Kirk Douglas), en el que nos ocupa hay cabida a buenos momentos del
atribulado artista, sabedor de que gracias a su locura puede ser
creativo. Este personaje está magníficamente interpretado por
Willem Dafoe (a pesar de que el actor es mayor a la edad del
personaje real), que encabeza un atractivo reparto de actores formado
por Oscar Isaac como Paul Gauguin, Rupert Friend, Mads Mikkelsen,
Mathieu Amalric, Emmanuelle Seigner, Niels Arestrup, Anne Consigny y
Vincent Pérez. Por su gran actuación Dafoe ganó la Copa Volpi a
mejor actor en la pasada Mostra de Venecia y ha sido nominado a mejor
actor en la temporada de premios al Satellite, Critic choice award,
Globo de oro y Oscar (en su cuarta candidatura). Aunque la
realización del director es un poco afectada como es habitual en él
e intrascendente, y no es de las más logradas que ha dirigido, sólo
por el trabajo de Dafoe y por acercarse a la figura del pintor, vale
la pena ver la película.
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