El
actor y guionista nominado al Oscar Ethan Hawke también ha dirigido
films como “The hottest state” y el documental “La vida de
Seymour”. El que nos ocupa y se ha estrenado en salas cuenta
la
vida del cantante y compositor de country norteamericano Blaze Foley
(Texas, 1949 – Nashville, Tennessee 1989). Blaze fue una inusual
leyenda de la música del Texas Outlaw Music que engendró a autores
como Merle Haggard y Willie Nelson. A través de una historia que
recorre tres periodos de su vida, los diferentes hilos exploran su
romance con Sybil Rosen; su última noche oscura en la tierra; y el
impacto de sus canciones y el de su muerte en sus fans, amigos y
enemigos. Estamos ante un notable drama biográfico y musical
estadounidense que se aleja del típico biopic convencional, narrado
con flashbacks que a su a vez nos llevan al origen de las canciones
de un artista poco conocido pero que el director retrata con
honestidad y veracidad. Hawke consigue crear un trozo en la vida
Foley en una película poética y emotiva que es una carta de amor
al country y el aspecto visual está bien trabajado, con una
destacada fotografía a cargo de Steve Cosens. Muy bien interpretado
por Ben Dickey (que también está en “Sin piedad”) y con el oscarizado Sam Rockwell en el reparto, el
largometraje obtuvo un premio especial del jurado para la actuación
de Dickey en el festival de Sundance del año pasado.
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