En
1885, Elisa y Marcela se conocen en la escuela donde trabajan. Lo que
comienza como una gran amistad termina en una relación amorosa que
tienen que vivir a escondidas. Los padres de Marcela sospechan de
esta relación y la enviarán al extranjero unos años. A su vuelta,
el reencuentro con Elisa es mágico y deciden tener una vida en
común. Ante la presión social y las habladurías, ambas deciden
trazar un plan: Elisa abandonará un tiempo el pueblo para volver
convertida en Mario y poder casarse con Marcela, pero no todo será
tan fácil para este amor no reconocido. Después del éxito de “La
librería” que fue premiada en los premios Goya, Isabel Coixet ha
coescrito y dirigido este drama romántico de época sobre la
historia de dos mujeres que lograron casarse en 1901, el primer
matrimonio entre personas del mismo sexo en España. La directora
comete el error de enfocar el pasado con los códigos del presente,
mediante un lenguaje moderno. Dejando este asunto a un lado, la
película tiene cierta belleza en la fotografía en blanco y negro y
los encuadres y mantiene el interés mostrando los sentimientos de
los personajes. La pareja protagonista hace un buen trabajo, formada
por la ganadora de dos premios Goya Natalia de Molina como Elisa (que
se hace pasar por hombre) y Greta Fernández (hija de Eduard
Fernández) en su primer papel principal. El elenco de intérpretes
lo completan Tamar Novas, María Pujalte, Francesc Orella, Lluís
Homar y Manolo Solo. El largometraje estuvo en la sección oficial
del festival de Berlín, se ha estrenado de manera limitada en salas
antes de estar disponible en la plataforma Netflix desde principios
de junio.
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