El
objetivo de Sara
Después
de los cortometrajes “Sara a la fuga” y “La inútil”, Belén
Funes ha debutado en el largometraje con este film escrito por Funes
y Marçal Cebrian. Sara ha estado sola toda su vida. Tiene 22 años y
un bebé, su deseo es formar una familia junto a su hermano pequeño
y el padre de su hijo. Su padre, Manuel, tras años de ausencia y al
salir de la cárcel, decide reaparecer en sus vidas. Sara sabe que él
es el principal obstáculo en sus planes y toma una decisión
difícil: alejarlo de ella y de su hermano. Este es un notable drama
social que tiene como referentes el cine de los hermanos Dardenne (en
concreto “Rosetta”) y de Ken Loach pero sin caer en el
miserabilismo. La película resulta realista en el entorno personal y
laboral y el espectador debe ser observador ya que la película no
explica explícitamente la historia familiar y cada gesto y mirada
puede ser significativo. Sara simplemente quiere vivir en un hogar
con su hermano pequeño, su hijo y su novio y vemos el día a día de
la chica que intenta conseguirlo, trabajando y cuidando de su bebé.
La cámara sigue en todo momento a la protagonista y el ritmo no
decae durante el metraje hasta el emotivo plano final. En
suma, la película retrata la lucha de una mujer por salir adelante
dignamente en un entorno laboral precario. La cinta
cuenta con creíbles actuaciones de Greta Fernández (en su gran año
tras “Elisa y Marcela) y Eduard Fernández como hija y padre en la
ficción y en la vida real, además de contar con Alex Monner (serie
“Sé quién eres”) como el novio de Sara. El film ganó la Concha
de plata a la mejor actriz en el festival de San Sebastián, es
candidata a mejor actriz protagonista y dirección novel en ellos
premios Goya y ha obtenido 13 nominaciones a los premios Gaudí
incluyendo mejor película en lengua no catalana, dirección,
actriz, actor, actor secundario, guion, montaje y fotografía. Así
pues, estamos ante la mejor ópera prima española del año y merece
ser reconocida.
Valoración:
8
Lo
mejor: la credibilidad en la interpretación de Greta Fernández.
Lo
peor: que no guste a los espectadores que lo quieran todo explicado.
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