Después
de thrillers potentes como “Que Dios nos perdone” y “El reino”
Rodrigo Sorogoyen vuelve al drama más cercano a su ópera prima
“Stockholm” con este film que continúa la historia del laureado
cortometraje homónimo. Elena perdió a su hijo Iván, de seis años,
en una playa de Francia. Ahora la mujer vive en esa playa, es la
encargada de un restaurante, está empezando a salir de ese oscuro
túnel donde ha permanecido anclada todo este tiempo y conoce a un
chico adolescente. Escrito por Sorogoyen e Isabel Peña, esta
coproducción española y francesa con diálogos también en francés
es un drama poco complaciente con el espectador en que el director no
coge el camino fácil, ya que podría haber seguido en el terreno de
la intriga como en el cortometraje. La película utiliza el formato
gran angular, no es perfecta ya que tiene desajustes en el guion y en
el ritmo pero resulta misteriosa e incómoda. Y sobre todo, se
sustenta en la inmensa actuación de Marta Nieto (“Litus”) esposa
del director. La actriz está bien acompañada del joven Jules Porier
(“Marvin ou la belle education”), Alex Brendemuhl, Anne Consigny
(“Elle”), Frederic Pierrot (“Monsieur Chocolat”) y Raúl
Prieto (“Que Dios nos perdone”). El film ganó el premio a mejor
actriz en la sección Orizzonti de la Mostra de Venecia, el premio a
mejor actriz ex aequo en el festival de Sevilla, está nominado a
mejor actriz en los premios Feroz y es candidato a mejor actriz
protagonista, guion adaptado y montaje en los premios Goya.
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