Ryan Murphy ha triunfado en la televisión con títulos como las notables miniseries “The normal heart” y “El asesinato de Gianni Versace”. Tras ser uno de los creadores de “Hollywood” y diez años después de dirigir el largometraje “Come, reza, ama”, ha dirigido este estreno que adapta un libro y un musical. Un instituto de Indiana (EE UU) prohíbe acudir a la fiesta de graduación a una de sus alumnas, ya que ella quiere acudir junto a su novia. Un grupo de actores de Broadway se enterará de este percance y acudirá al rescate de la joven. La película es un colorido y enérgico musical con un positivo mensaje de inclusión que resulta mejorable en el guion al ser un poco excesivo y chillón, aunque lo perdono tratándose del un musical, uno de mis géneros favoritos. Quizás sus responsables deberían haberse centradp en el aspecto narrativo que en el lucimiento de las estrellas de su reparto, formado por una estupenda Meryl Streep, Nicole Kidman, un discutible y desatado James Corden tras la fallida “Cats”, Kerry Washington como la villana de la función y una destacada Jo Ellen Pellman en su debut. Así pues esta es una propuesta comercial (disponible en Netflix desde mediados de este mes) un poco inferior a la notable “Los chicos de la banda” que también trataba el aspecto homosexual.
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