Después de la notable “La librería” y la interesante “Elisa y Marcela” la guionista y cineasta Isabel Coixet ha estrenado su último largometraje tras aplazarse unas semanas debido a las restricciones por la pandemia. Peter Riordan es un hombre solitario, maniático y metódico, obsesionado por los fenómenos meteorológicos. Cuando le dan la jubilación anticipada en el banco de Manchester en el que ha trabajado toda su vida decide visitar a su hermano, Daniel, que vive en Benidorm. A su llegada a la ciudad descubre que su hermano ha desaparecido y que éste era propietario de un club de burlesque donde trabaja Alex, una misteriosa mujer que ejerce una poderosa fascinación sobre él. Peter y Alex intentan averiguar qué ha sido de Daniel, ayudados por una policía obsesionada por la presencia de Sylvia Plath en los años cincuenta en Benidorm. Había cierta expectación por el nuevo trabajo de la directora catalana, producido por El Deseo de los hermanos Almodóvar pero la recepción ha sido irregular y un poco decepcionante para algunos. La película es una especie de drama que describe a un hombre maduro en un entorno particular en la ciudad de Benidorm pero no llega a ser un thriller a través de la desaparición del hermano del protagonista. Esta es una obra melancólica, un ejercicio libre de Coixet que puede desconcertar pero agradezco que no sea una propuesta convencional y sí arriesgada, aunque el resultado quede desigual. Cuenta con un atractivo elenco de intñerpretes encabezado por un notable Timothy Spall en su mejor papel quizás desde “Mr. Turner”, Sarita Choudhury (que ya estuvo en “Aprendiendo a conducir”), Pedro Casablanc, Carmen Machi y Ana Torrent. El film inauguró la Seminci de Valladolid y podría ser reconocida la música compuesta por Alfonso de Vilallonga.
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