Ha llegado a los cines uno de los platos fuertes de este año a cargo del coguionista y director Matt Reeves después de las notables “El amanecer del planeta de los simios” y “La guerra del planeta de los simios”. Después de dos años acechando por las calles de la ciudad como Batman e infundiendo miedo en las mentes perversas de los criminales, Bruce Wayne está sumido en las profundidades de las sombras de Gotham City. Este vigilante solitario cuenta con pocos aliados de confianza y eso le ha llevado a convertirse en la única encarnación de la venganza entre sus conciudadanos. Cuando un asesino apunta a la élite de Gotham con una serie de maquinaciones sádicas, un rastro de pistas crípticas lleva al "mejor detective del mundo" a realizar una investigación en el inframundo. A priori uno se preguntaba si teniendo cercana en el tiempo la gran trilogía de Batman dirigida por Christopher Nolan era necesaria otra nueva versión del personaje. Pues el resultado es un notable thriller estadounidense de intriga y acción que devuelve el aspecto de detective de Batman. El largometraje tiene una atmósfera sórdida, ausencia de humor, predomina el color negro y el rojo aunque el metraje de casi tres horas es largo. Cuenta con un estupendo elenco de actores formado por un adecuado Robert Pattinson como el protagonista y Zoe Kravitz como Catwoman (a la altura de la de Michelle Pfeiffer) ambos con buena química juntos, Jeffrey Wright, John Turturro, Paul Dano como Enigma, Colin Farrell como Pingüino, Andy Serkis, Peter Sarsgaars y Barry Keoghan. Así pues, estamos ante una propuesta del universo DC que supera con creces las expectativas generadas y es un gran reinicio de Batman.
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