jueves, 10 de julio de 2014

Omar * * * * *


Al principio de esta película vemos que las mismas manos del protagonista que amasan pan, luego son las que cogen fuerzas para ir al otro lado del muro que le separa de su amor. Años después de "Paradise now" en la que contaba la historia de dos soldados en misión terrrorista, Hany Abu Assad vuelve a ganar prestigio en festivales y a ser finalista al Oscar en la categoría de película extranjera con este preciso retrato de un joven atrapado por sus convicciones y amigos por ser un palestino que ve cómo los israelíes se apoderan de su territorio, el chantaje al que la policía le somete y el amor inocente y puro que siente por Nadia, que se convertirá en una decepción. En este sentido, hay que destacar que, al contrario que en otros films, la historia de amor no redime o hace más fuerte a la lucha de los personajes, sino que no puede tener un buen desenlace en las condiciones duras en las que ha surgido. Y es que la descripción social del conflicto es muy creíble, pero además la intriga con la que el director desarrolla la película hace que en todo momento el espectador mantenga el interés por lo que sucede, no hay una escena de sobra. Cuenta con actores sin experiencia, que potencian la verosimilitud y naturalidad con la que se suceden los hechos, (además de si pueden verla en versión original), entre los que hay que destacar a Adam Bakri y a Leem Lubani, además del actor W. Zuiaiter que sí tenía experiencia que encarna al policía que confía en la colaboración del protagonista. Y es que el tema central del film es la confianza en las relaciones personales. Lo que empieza con algún chiste entre amigos y una bonita pareja que se ve a escondidas, acaba en desilusión y con el protagonista que en el último momento actúa y no podrá volver atrás. Produce esta propuesta en el espectador una fuerza e impacto pocas veces visto en el último cine. Muy recomendable, una de la mejores de lo que va de año. 




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