El director chino Jia Zhang
Ke no es muy conocido en nuestro país pero ha realizado interesantes
documentales. Su última obra estrenada en España fue la bella
"Naturaleza muerta", que ganó el León de Oro en el
festival de Venecia. Por fin llega a nuestra cartelera su último
film. Se trata de un fresco formado por cuatro historias paralelas:
un minero harto de las autoridades de su pueblo, un emigrante que se
aprovecha de que va armado, una recepcionista que sufre acoso por
parte de un cliente y un hombre que no deja de tener trabajos en
condiciones pésimas. Sin conexión aparente, estas historias
ambientadas en cuatro provincias diferentes, sin embargo retratan un
país económicamente potente pero corrupto, con una visión
pesimista y desesperanzadora de la situación de China. Tienen en
común que están protagonizadas por personajes que no aguantan más,
de ahí los consecuentes momentos de violencia, que no son muchos si
es lo que espera el espectador. El duro film cuenta con imágenes
perdurables como bien saben hacer los realizadores asiáticos y su
metraje transcurre sin concesiones. Además, es curioso cómo está
en consonancia los personajes con los respectivos lugares donde
viven, bien mostrados en su fotografía. Habla del poder oscuro de la
condición humana y no es de extrañar que ganara el premio al mejor
guión en el festival de Cannes por su contenido amargo y social,
como ha ocurrido este año con el film ruso "Leviathan",
que ha logrado el mismo galardón. Esta es una de las películas de
autor más importantes de estas semanas, recomendable de ver sobre
todo para los que no les gusten las comedias muy edulcoradas.
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