jueves, 14 de agosto de 2014

Las películas por las que será recordado... Eduard Fernández

El actor catalán se ha convertido casi a los cincuenta años en uno de los mejores que hay en nuestro país. Comenzó en la compañía de Els Joglars y debutó con éxito en el cine en 1999 con el film "Los lobos de Washington", en que tuvo como compañero a Javier Bardem y estuvo nominado al Goya como actor revelación. Desde entonces, no ha dejado de trabajar en cine, componiendo grandes personajes aunque algunos sean secundarios, demostrando que si se es un gran actor como él, cualquier papel pequeño puede destacarlo.
Fausto 5.0
El año 2001 fue importante en su carrera porque ganó muchos premios importantes en diferentes festivales por su inmensa interpretación de Santos, un hombre despiadado que hace tambalear la vida del doctor Fausto, interpretado por Miguel Ángel Solá. Un papel arriesgado que demostró su talento y le supuso un premio Goya al mejor actor protagonista y el premio en el festival de Sitges en esta película dirigida por los componentes de la Fura dels Baus. Ese mismo año también lograría estar nominado como actor de reparto en los Goya como el marido de Leonor Watling en "Son de mar" de Bigas Luna.


Cosas que hacen que la vida valga la pena
Seguidamente realizó buenas interpretaciones en "Smoking room" (mejor actor en el festival de Málaga) y en "En la ciudad" de Cesc Gay, director con el que volvería a trabajar más tarde y por el que ganó el Goya al mejor actor de reparto. Al año siguiente, en 2004 estrenó la comedia de Manuel Gómez Pereira en que interpreta a un parado que acaba de salir de una depresión y conoce a una mujer (Ana Belén). La quñimica entre los dos es palpable y Eduard Fernández demuestra su valía combinando en un mismo personaje la comedia y el drama. Por su papel volvió a ser finalista a los Goya, pero aquel año fue el de Javier Bardem por "Mar adentro".


El método
El 2005 fue un año prolífico para el actor, que estrenó varias películas: "Obaba" de Montxo Armendáriz, "Hormigas en la boca" por la que ganó la biznaga a mejor actor en el festival de Málaga y "El método", excelente adaptación de la exitosa obra teatral. Dirigida por Marcelo Piñeyro, contó con un gran reparto de actores: Ernesto Alterio, Adriana Ozores, Najwa Nimri o Carmelo Gómez, que ganó el Goya como actor de reparto. Fernández también estuvo nominado como uno de los aspirantes a un puesto de trabajo capaz de hacer lo que sea para conseguirlo. Al año siguiente volvió a ser dirigido por Cesc Gay en "Ficción" y participó en popular película "Alatriste" de Agustín Díaz Yanes.


Tres días con la familia
En 2009 protagonizó la excelente ópera prima de Mar Coll, directora salida de la ESCAC en una película sobre las dificultades en las relaciones de una familia burguesa catalana donde las apariencias esconden la verdad de sus problemas, por la que ganó el Goya a la mejor dirección novel. Fernández interpreta al padre de una chica (Nausicaa Bonnín, nominada como actriz revelación) que regresa a su ciudad para asistir al funeral de su abuelo. Por su papel el actor se alzó de nuevo con el premio de interpretación en el festival de Málaga y fue finalista en los premios Gaudí, premio que ganaría al año siguiente por la película "La mosquitera".



Una pistola en cada mano

En 2010 también intervino en la exitosa "Pa negre" que triunfó en los Goya y Gaudí y como compañero otra vez de Javier Bardem en la dramática "Biutiful". Al siguiente año participó en "La piel que habito" de Pedro Almodóvar y en 2012 estrenó varias películas: "Miel de naranjas", "The Pelayos" y "Una pistola en cada nuevo" bajo la dirección de nuevo de Cesc Gay. En este film de episodios, protagoniza el primero junto a Leonardo Sbaraglia, en que emociona como un perdedor que vive con su madre y que lo ha perdido todo. Por esta actuación logró el Gaudí al mejor secundario. En 2013 volvió a triunfar por parte de la crítica siendo finalista al Goya y otros premios por "Todas las mujeres" y participó en la muy coral "Gente en sitios". En 2014, además de estrenar "Marsella", actuará en "Murieron por encima de sus posibilidades" de Isaki Lacuesta y en "El niño" de Daniel Monzón. 


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