El estreno menos
convencional de la semana es esta obra que llega desde Austria. Se
trata de un ejercicio más pictórico que cinematográfico que se
basa en trece pinturas del artista Edward Hooper para tratar la
historia de una mujer comprometida, Shirley, que no acepta la
realidad que vive, la América de los años treinta a los sesenta, y
hubiera querido cambiar. El diseño estético atrae al espectador,
que tiene la sensación como si estuviera en una galería de arte,
pero le falta fuerza cinematográfica. Gustará a los que quieran ver
una propuesta diferente y a los que les guste la pintura.
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