Después de sorprender en su
debut con "Madeinusa" y de llegar a ganar el Oso de oro en
el festival de Berlín y ser finalista al Oscar por Perú con "La
teta asustada", la directora nieta del escritor Mario Vargas
Llosa estrena con un poco de retraso su último filme. Presentado en
el festival de Berlín y en el de Málaga, esta coproducción entre
España, Canadá y Francia es su propuesta más ambiciosa hasta la
fecha: ambientada en la helada Manitoba, cuenta la historia de una
madre que cura a niños enfermos que veinte años atrás una tragedia
familiar hizo que se separara de su hijo. Éste, ya adulto, conoce a
una periodista que propicia el encuentro entre los dos. La película
no es fácil en el plano narrativo, cosa que hace resulte algo
confusa en el espectador y que la intriga se disipe. Aún así, es
una extraña propuesta que engancha al espectador, bien interpretada
por sus intérpretes: Jennifer Connelly, quizás en su papel más
difícil, cuyo talento tendría que estar más en personajes
dramáticos como este; Cillian Murphy, que demuestra su valía como
actor tras estar en films de Christopher Nolan y Mélanie Laurent,
que se aleja de su imagen algo fría. A pesar de ser irregular, es un
filme con buenas intenciones que gustará a los que quieran ver
propuestas diferentes y a los seguidores de sus responsables. Es el
film español más interesante de la semana, por encima de la
mejorable cinta de ciencia-ficción "Autómata", con
Antonio Banderas, contenida de lugares comunes a pesar de una cuidada
producción en el plano formal que le ha hecho tener cuatro
nominaciones a los Goya.
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