Hace
pocos años el prestigioso director iraní Jafar Panahi fue condenado
a no poder salir del país por manifestarse en contra de la política
de Irán. Tras conseguir hacer dos films como "Esto no es una
película" y "Closed curtain", el director se las
ingenia en su nueva propuesta: coloca tres cámaras en el interior de
un coche y se hace pasar por taxista. Recorre las calles de Teherán
y recoge a diversos clientes: alguien que confiesa ser un ladrón,
una maestra, el dueño de un videoclub que descubre la identidad del
conductor o la sobrina del director. Así, a medio camino entre el
documental y la ficción elaborada, Panahi retrata la sociedad iraní,
con un toque más de humor que en sus anteriores dos títulos.
Premiada en el pasado festival de Berlín con el máximo premio (que
recogió la sobrina que aparece en el film), "Taxi Teherán"
resulta ser toda una lección de hacer cine con recursos mínimos y
como resistencia de un director cuya vida está dedicada al séptimo
arte, pese a que le tengan prohibido dirigir. Estamos ante uno de los
títulos más importantes de estas semanas y muy recomendable de ver
para cualquier amante del arte de hacer buen cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario