Ya podemos disfrutar en el
cine de uno de los estrenos más esperados del año, la última
película de Guillermo del Toro después de "Pacific Rim",
de la que el director preparará una segunda parte y antes está
previsto que llegue la cinta animada "Pinocho". Cuenta la
historia de una joven escritora, Edith, que ha sufrido en el ámbito
familiar y que se ve que tiene que elegir entre un amigo de su
infancia que la quiere y un hombre misterioso. Se casa con éste, Sir
Sharpe y se muda a vivir con él y la hermana del esposo en una
misteriosa mansión donde no le será fácil adaptarse. "La
cumbre escarlata" del Toro completa una especie de trilogía
sobre fantasmas con "El espinazo del diablo" y "El
laberinto del fauno". Es un magnífico homenaje a los films
clásicos de Hollywood en materia del gótico romántico, en el
sentido del movimiento del siglo XVIII y recuerda al film "Rebeca"
de A. Hitchcock. La película también es clásica y el relato de
fantasmas mezcla lo fantástico con algunos sustos. La fotografía de
Dan Laustsen y la música de Fernando Velázquez son notables pero
sobretodo destaca por la dirección artística de la majestuosa y
antigua casa, que es un personaje más y en el apartado visual, que
recuerda a "El laberinto del fauno". También es notorio el
trabajo de los actores: la bella Mia Wasikowska, el caballero Tom
Hiddleston y, en especial, Jessica Chastain como la controladora
hermana, además de contar con Charlie Hunnam, Doug Jones y Javier
Botet (conocido por ser el mostruoso ser en "REC"). Quizás
a nivel de guión la historia no es muy lograda y el alarde técnico
puede restarle eficacia para dar miedo pero si el espectador se deja
llevar, está ante una disfrutable película, de las mejores de su
director, aunque no llegue al nivel de "El laberinto del fauno".
Gustará sobretodo a los seguidores de del Toro y del género
fantástico de casas misteriosas.
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