Una de las películas que se ha
estrenado esta Semana Santa es este filme francés que escribe,
dirige y protagoniza Kheiron en lo que es su debut en el
largometraje, que logró estar nominada como mejor ópera prima en
los premios César. La película está basada en las propias
experiencias del director, algo parecido a una autobiografía y narra
la historia de su familia formada por sus padres y él mismo cuando
hace algunos años dejaron su país natal en un pequeño pueblo de
Irán y viajaron hasta París. A priori podría parecer una comedia
discreta y con poca sustancia pero resulta ser una estimable pequeña
sorpresa. Se nota que el director cuenta aspectos que afectaron en su
vida, tiene buenos momentos de humor y un optimisto y luminosidad a
pesar de hechos duros que la acerca a la oscarizada "La vida es
bella". Cabe decir que la primera parte es más interesante, ya
que habla de represión política; sin embargo, en la segunda, ya en
Francia se nota un cambio. El filme no es muy complejo y deja un
sabor de buen rollo, por lo que puede encontrar su público a los
que quieran pasar un rato que al final resulta agradable.
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