Entre los estrenos españoles de la
semana, hay que destacar este documental dirigido por Sebastián
Arabia sobre la figura del chileno Gonzalo Boye, abogado, empresario
y editor de la sarcástica revista Mongolia. Boye ha intervenido en
algunos de los casos nacionales más importantes de los últimos
años, como el juicio sobre los atentados del 11M, el caso 4F, el
proceso contra el juez Elpidio Silva o el caso Bárcenas. En el
ámbito internacional, ha ejercido como uno de los abogados
defensores de Edward Snowden, se ha querellado contra el ex ministro
de defensa israelí Ben-Eliezer y seis miliares, imputándoles un
delito contra la humanidad por un ataque en la Franja de Gaza en 2002
y ha liderado las demandas contra la administración de George W.
Bush por la creación de la cárcel de Wantánamo. En 1996 fue
condenado por la Audiencia Nacional a catorce años de prisión por
su colaboración con la banda terrorista ETA en el secustro del
empresario E. Revilla del año 1998. Boye siempre ha defendido su
inocencia en relación a este hecho. En la actualidad, además de
cofundador y editor de la revista Mongolia, es editor de Contrapoder,
espacio de opinión dentro de eldiario.es y colabora con varios
medios de comunicación. El film se centra en una figura importante y
se agradece que el cine español trate temas basados en la realidad
del país. En este sentido, los documentales son una gran fuente pero
se echa de menos mayor riesgo en filmes de ficción como "B",
por ejemplo. El estreno que nos ocupa es un documental que ensalza a
Gonzalo Boye y es más interesante por su contenido que por la manera
de abordarlo, ya que no ofrece al espectador una confrontación
entorno al personaje. Puede ser atractivo sobre todo a los
espectadores aficionados a los documentales en materia de política
española.
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