En un fin de semana en que todos los estrenos en la cartelera tienen su atractivo o punto de interés, uno de ellos es la ópera prima de Emil Ben-Shimon. Algo horrible sucede en una devota comunidad ortodoxa en Jerusalén. El balcón de las mujeres de la sinagoga se desmorona, lo que significa que las mujeres de aquel pequeño y tranquilo pueblo han perdido su sitio dentro del edificio. Pero lo peor llega cuando la reconstrucción comienza y no hay planes para volver a colocar el balcón en su sitio. Esta es una estimable comedia dramática israelí que habla con cierta ligereza del poder de una comunidad, tiene un humor blanco y costumbrista, buenas intenciones y las historias familiares resultan empáticas al espectador.
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