Fernando González Molina se ha convertido en un director que ha adaptado novelas al cine con éxito de taquilla aunque no sean muy buenas películas, como "Tres metros sobre el cielo" y "Palmeras en la nieve". Este año ha presentado la adaptación al cine de la novela de Dolores Redondo. En los márgenes del río Baztán, en Navarra, aparece el cuerpo desnudo de una adolescente en circunstancias que relacionan ese crimen con un asesinato ocurrido un mes atrás. La inspectora Amaia Salazar dirige la investigación, que le lleva de vuelta al pueblo de Elizondo, donde ella creció y del que ha tratado de huir toda su vida. Enfrentada con las complicadas derivaciones del caso y sus propios fantasmas, la investigación de Amaia es una carrera contrarreloj para dar con un implacable asesino, en una tierra de supersticiones y brujería. Este es un thriller criminal y psicológico realizado con pulcritud, con una atmósfera conseguida y absorbente y un buen empaque formal. Cuenta con un atractivo reparto de actores con Marta Etura a la cabeza, por fin en un papel protagonista, acompañada de la siempre efectiva Elvira Mínguez, Francesc Orella, Iziar Aizpuru, el exfutbolista y debutante Carlos Librado, Miquel Fernández, Pedro Casablanc, Paco Tous, Ramón Barea, Manolo Solo y Susi Sánchez. Aunque es un poco arbitraria, estamos ante la mejor película hasta el momento del director, que ha sido buen recibida por el público.
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