martes, 12 de diciembre de 2017

Kékszakállú * * *

En una semana de muchos estrenos en la cartelera, uno de ellos está dirigido por Gastón Solnicki, que anteriormente realizó el documental "Papirosen" sobre la familia del director. El film que nos ocupa de 2016 con extraño título es un incisivo retrato de un grupo de adolescentes en el umbral de la edad adulta, que atraviesan distintas crisis que derivan del confort de clase. Oblicuamente inspirada en la única ópera de Béla Bartok, «El castillo de Barba Azul» es transpuesta de manera radical entre los ámbitos laborales y de recreo en Buenos Aires y Punta del Este. Como parece ser habitual en el cine de Solnicki, las imágenes son elocuentes y los espacios en que se mueve la cámara son un personaje más. Este es un ejercicio de cine experimental y de observación, que transmite el tedio y la alienación de un grupo de jóvenes, con una bella iluminación. Es preferible no buscar mucho sentido al film, que tiene una estructura anticonvencional, una de esas propuestas muy aptas para festivales de cine, que se pudo ver en la Mostra de Venecia.


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